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- Out 5, 2021
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Fallece Corrado Provera, ex jefe de Peugeot Sport en el WRC
En la tarde del domingo 5 de noviembre se hizo público el fallecimiento de Corrado Provera, quien fuera jefe de comunicaciones y posteriormente jefe del equipo Peugeot Sport en su época más destacada dentro del Campeonato Mundial de Rallyes. Provera, que se marcha de este mundo a sus 82 años de edad, estuvo al frente del equipo cuando llevaron a cabo algunos de los proyectos deportivos más recordados de la marca del león, como el del excelente Peugeot 306 Maxi Kit Car, el dominador Peugeot 206 WRC o su sucesor, el extraño experimento conocido como 307 WRC.
Italiano de nacimiento, Provera estuvo con Peugeot en sus años como motorista en Fórmula 1, una etapa marcada por fracasos dado que ni con McLaren, ni con Jordan ni con Prost lograron hacer motores potentes ni sobre todo fiables frente a los Mercedes, Renault o Ferrari de la época. Cuando el programa como motorista en la categoría reina se termino, Provera fue uno de los hombres clave a la hora de convencer a Peugeot Sport para correr en el Mundial de Rallyes. La marca no había competido en rallyes desde que ganaron el último Mundial de Rallyes con los Grupo B en 1986 con su Peugeot 205 T16 Evo2.
Técnicamente ya tenían coches en los rallyes, pero de carreras cliente: los Peugeot 306 Maxi Kit Car que supusieron toda una revolución por la alta tecnología incorporada, así como el pequeño y sencillo 106 Kit Car (que tuvo una evolución más radical, el 106 Maxi Kit Car). En muchos países las filiales de Peugeot tenían sus propios equipos: era el caso de España con Peugeot Sport España aliado con el equipo BMR de Borja Moratal, teniendo como pilotos a Manuel Muniente o Jaime Azcona en la que se conoce como la era dorada del Nacional de Asfalto.
De hecho, se siguen viendo algunos 306 Maxi Kit Car en algunos rallyes (en España está el caso de Manolo Senra en Galicia), destacando por su espectacular sonido y peso liviano. En esta era (llamada por muchos como la F2), el 306 Maxi Kit Car fue el coche que más evolucionó desde su llegada hasta el final con mejoras de motor y electrónica. Tanto, que los Kit Car se volvieron demasiado sofisticados y caros, lo que llevó a su eventual declive.
Corrado Provera, al frente de Peugeot Sport en su punto álgido en rallyes
Para el WRC, no obstante, se decidió entrar con el entonces nuevo Peugeot 206, un coche pequeño y ágil como los Toyota Corolla o Ford Focus que también estaban compitiendo. Con un kit de carrocería que daba las medidas necesarias según el reglamento técnico y un bloque motor procedente del…¡205 Turbo 16 fabricado 15 años antes! la marca comenzó su programa en 1999. Para 2000 el 206 WRC era un arma eficaz y lograron los títulos de pilotos y constructores, con Marcus Grönholm siendo campeón mundial.
En 2001 (con un 206 WRC revisado con mayor distancia entre ejes) se les escaparía el título de pilotos, pero no el de constructores, mientras que en 2002 Grönholm volvió a ser campeón y Peugeot de nuevo el fabricante ganador. Ahora bien, de 2003 en adelante fue Citroën (procedente del mismo grupo PSA, ahora conocido como Stellantis) la que tomó claramente la delantera con su Xsara WRC. Peugeot Sport, con Provera al frente, decidió arriesgar y desarrollar un nuevo World Rally Car basándose no en un coupé o un sedán, sino un coupé cabrio: el 307 CC, del cual salió el 307 WRC. Un coche que es recordado por ser único, pero también por muchos problemas.
La caja de cambios de cuatro marchas (después se desarrolló una de cinco cuando en el WRC se veían cajas de seis y hasta siete velocidades) demostró ser un quebradero de cabeza para un coche que, por su longitud, tampoco gustaba a sus pilotos. Es muy recordado el momento en el que Grönholm tuvo problemas en el cambio durante el Rallye de Finlandia, perdiendo una marcha y aún así liderando el rallye, mandándole un mensaje al propio Corrado Provera: «Decidle a Corrado que tres marchas son suficientes«.
Provera también tuvo que hacer frente a un duro momento cuando, en el Rallye de Gran Bretaña de 2005, su piloto Markko Martin y su copiloto Michael Park sufrieron un accidente contra un poste en el cual pereció Park. Poco después, PSA cortaba el programa de Peugeot y Citroën en el WRC, aunque Kronos Racing siguió corriendo con el Xsara (con Loeb, de hecho, volviendo a ser campeón mundial) y Bozian llevando los 307 WRC, logrando más podios.
Desde entonces, Peugeot se ha embarcado en diferentes proyectos, algunos más exitosos y otros no tanto. Tras el WRC volvió a la resistencia con el 908 TDi FAP, logrando ganar las 24 Horas de Le Mans, pero marchándose una vez el Mundial de Resistencia cobraba forma con Toyota y Audi (además de Porsche preparándose para entrar). Se fueron al Dakar, primero con un 2008 DKR fallido que evolucionó en el 3008 DKR con el que Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel lograron victorias en la mítica carrera cuando aún corrían en Sudamérica (y casi lo logra también Loeb).
El programa de Peugeot en el Dakar terminó casi a la par que Citroën, tras el fracaso del C3 WRC y el terremoto ‘Shitroën’, se marchó de los rallyes, centrando Stellantis sus recursos en un retorno al Mundial de Resistencia. El resultado es el 9X8 que conocemos hoy día y que se someterá a un rediseño para 2024. Y es que, como pasó con el 2008 DKR y el 307 WRC en los tiempos de Provera, Peugeot siempre se ha atrevido a arriesgar en competición con sus filosofías, aunque esto no siempre salga bien.
Provera será recordado por ser uno de esos jefes especialmente carismáticos a la par que emocionales, de los cuales aún quedan en los rallyes aunque ya a cuentagotas. Una de sus estampas más recordadas era con un puro en las manos, uno que se fumaba cada vez que había que celebrar una victoria de Peugeot – muchas de las cuales cayeron entre 2000 y 2002, años en los que tuvieron a Marcus Grönholm en su apogeo antes de que Citroën llegase con todo para iniciar un dominio sin precedentes en el WRC. Desde la redacción de Estrella Digital enviamos nuestras condolencias.
Estrella Digital
En la tarde del domingo 5 de noviembre se hizo público el fallecimiento de Corrado Provera, quien fuera jefe de comunicaciones y posteriormente jefe del equipo Peugeot Sport en su época más destacada dentro del Campeonato Mundial de Rallyes. Provera, que se marcha de este mundo a sus 82 años de edad, estuvo al frente del equipo cuando llevaron a cabo algunos de los proyectos deportivos más recordados de la marca del león, como el del excelente Peugeot 306 Maxi Kit Car, el dominador Peugeot 206 WRC o su sucesor, el extraño experimento conocido como 307 WRC.
Italiano de nacimiento, Provera estuvo con Peugeot en sus años como motorista en Fórmula 1, una etapa marcada por fracasos dado que ni con McLaren, ni con Jordan ni con Prost lograron hacer motores potentes ni sobre todo fiables frente a los Mercedes, Renault o Ferrari de la época. Cuando el programa como motorista en la categoría reina se termino, Provera fue uno de los hombres clave a la hora de convencer a Peugeot Sport para correr en el Mundial de Rallyes. La marca no había competido en rallyes desde que ganaron el último Mundial de Rallyes con los Grupo B en 1986 con su Peugeot 205 T16 Evo2.
Técnicamente ya tenían coches en los rallyes, pero de carreras cliente: los Peugeot 306 Maxi Kit Car que supusieron toda una revolución por la alta tecnología incorporada, así como el pequeño y sencillo 106 Kit Car (que tuvo una evolución más radical, el 106 Maxi Kit Car). En muchos países las filiales de Peugeot tenían sus propios equipos: era el caso de España con Peugeot Sport España aliado con el equipo BMR de Borja Moratal, teniendo como pilotos a Manuel Muniente o Jaime Azcona en la que se conoce como la era dorada del Nacional de Asfalto.
De hecho, se siguen viendo algunos 306 Maxi Kit Car en algunos rallyes (en España está el caso de Manolo Senra en Galicia), destacando por su espectacular sonido y peso liviano. En esta era (llamada por muchos como la F2), el 306 Maxi Kit Car fue el coche que más evolucionó desde su llegada hasta el final con mejoras de motor y electrónica. Tanto, que los Kit Car se volvieron demasiado sofisticados y caros, lo que llevó a su eventual declive.
Corrado Provera, al frente de Peugeot Sport en su punto álgido en rallyes
Para el WRC, no obstante, se decidió entrar con el entonces nuevo Peugeot 206, un coche pequeño y ágil como los Toyota Corolla o Ford Focus que también estaban compitiendo. Con un kit de carrocería que daba las medidas necesarias según el reglamento técnico y un bloque motor procedente del…¡205 Turbo 16 fabricado 15 años antes! la marca comenzó su programa en 1999. Para 2000 el 206 WRC era un arma eficaz y lograron los títulos de pilotos y constructores, con Marcus Grönholm siendo campeón mundial.
En 2001 (con un 206 WRC revisado con mayor distancia entre ejes) se les escaparía el título de pilotos, pero no el de constructores, mientras que en 2002 Grönholm volvió a ser campeón y Peugeot de nuevo el fabricante ganador. Ahora bien, de 2003 en adelante fue Citroën (procedente del mismo grupo PSA, ahora conocido como Stellantis) la que tomó claramente la delantera con su Xsara WRC. Peugeot Sport, con Provera al frente, decidió arriesgar y desarrollar un nuevo World Rally Car basándose no en un coupé o un sedán, sino un coupé cabrio: el 307 CC, del cual salió el 307 WRC. Un coche que es recordado por ser único, pero también por muchos problemas.
La caja de cambios de cuatro marchas (después se desarrolló una de cinco cuando en el WRC se veían cajas de seis y hasta siete velocidades) demostró ser un quebradero de cabeza para un coche que, por su longitud, tampoco gustaba a sus pilotos. Es muy recordado el momento en el que Grönholm tuvo problemas en el cambio durante el Rallye de Finlandia, perdiendo una marcha y aún así liderando el rallye, mandándole un mensaje al propio Corrado Provera: «Decidle a Corrado que tres marchas son suficientes«.
Provera también tuvo que hacer frente a un duro momento cuando, en el Rallye de Gran Bretaña de 2005, su piloto Markko Martin y su copiloto Michael Park sufrieron un accidente contra un poste en el cual pereció Park. Poco después, PSA cortaba el programa de Peugeot y Citroën en el WRC, aunque Kronos Racing siguió corriendo con el Xsara (con Loeb, de hecho, volviendo a ser campeón mundial) y Bozian llevando los 307 WRC, logrando más podios.
Desde entonces, Peugeot se ha embarcado en diferentes proyectos, algunos más exitosos y otros no tanto. Tras el WRC volvió a la resistencia con el 908 TDi FAP, logrando ganar las 24 Horas de Le Mans, pero marchándose una vez el Mundial de Resistencia cobraba forma con Toyota y Audi (además de Porsche preparándose para entrar). Se fueron al Dakar, primero con un 2008 DKR fallido que evolucionó en el 3008 DKR con el que Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel lograron victorias en la mítica carrera cuando aún corrían en Sudamérica (y casi lo logra también Loeb).
El programa de Peugeot en el Dakar terminó casi a la par que Citroën, tras el fracaso del C3 WRC y el terremoto ‘Shitroën’, se marchó de los rallyes, centrando Stellantis sus recursos en un retorno al Mundial de Resistencia. El resultado es el 9X8 que conocemos hoy día y que se someterá a un rediseño para 2024. Y es que, como pasó con el 2008 DKR y el 307 WRC en los tiempos de Provera, Peugeot siempre se ha atrevido a arriesgar en competición con sus filosofías, aunque esto no siempre salga bien.
Provera será recordado por ser uno de esos jefes especialmente carismáticos a la par que emocionales, de los cuales aún quedan en los rallyes aunque ya a cuentagotas. Una de sus estampas más recordadas era con un puro en las manos, uno que se fumaba cada vez que había que celebrar una victoria de Peugeot – muchas de las cuales cayeron entre 2000 y 2002, años en los que tuvieron a Marcus Grönholm en su apogeo antes de que Citroën llegase con todo para iniciar un dominio sin precedentes en el WRC. Desde la redacción de Estrella Digital enviamos nuestras condolencias.
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