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- Out 5, 2021
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La periodista que comió con Mazón el día de la DANA rompe su silencio
En una carta remitida a los medios, la periodista asegura que en ningún momento Mazón le trasladó preocupación por lo que estaba ocurriendo durante aquel almuerzo, que se prolongó hasta casi las siete de la tarde
La periodista Maribel Vilaplana ha decidido pronunciarse, tras diez meses de silencio, sobre el encuentro que mantuvo con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el 29 de octubre, día en que la DANA golpeó con fuerza a la Comunitat Valenciana y dejó 228 víctimas mortales. En una carta remitida a los medios, la expresentadora asegura que en ningún momento Mazón le trasladó preocupación por lo que estaba ocurriendo durante aquel almuerzo, que se prolongó hasta casi las siete de la tarde.
“No participé en esas llamadas”
Vilaplana relata que, durante la comida, el president empezó a recibir llamadas que interrumpieron la conversación, pero que ella no tuvo acceso a su contenido ni preguntó al respecto. “El presidente tampoco me trasladó ninguna inquietud”, subraya. Al salir del restaurante, reconoce, no era consciente de la magnitud de lo que sucedía en otras localidades, ya que en Valencia capital apenas llovía.
En su escrito confirma que en ese encuentro se le planteó la posibilidad de optar a un cargo en la televisión autonómica, propuesta que rechazó por convicción personal. Una oferta que coincidió con el debate público sobre dónde se encontraba Mazón en las horas críticas del desastre, y que el propio president justificó como un “almuerzo de trabajo”.
Acoso y secuelas psicológicas
La periodista denuncia que su nombre quedó “en el centro de una tormenta política y mediática” que desembocó en lo que describe como una campaña de acoso con insultos, burlas y especulaciones machistas. Afirma que la presión sufrida le provocó un “estrés postraumático” que la obligó a iniciar tratamiento psicológico. “Mi salud mental se ha visto gravemente dañada. Este proceso también ha golpeado a mi familia, que sufre al verme sufrir”, escribe.
Vilaplana asegura que en los días posteriores llegó a necesitar ingreso hospitalario y que, en aquel momento, prefirió delegar en una persona de confianza la tarea de explicar públicamente su versión. Con el paso del tiempo, dice haber comprendido la necesidad de hablar en primera persona: “Pensé que quedaría claro que yo no tenía nada que ver en esta historia, pero no ha sido así. Me he convertido en una diana”.
Reclama respeto y pone el foco en las responsabilidades
En su carta, la periodista insiste en que aquel episodio fue una “maldita coincidencia” y pide que el foco se dirija hacia quienes tenían “responsabilidades y capacidad de decisión” durante la emergencia. Al mismo tiempo, exige respeto tanto hacia ella como hacia su familia, y, sobre todo, hacia las víctimas de la tragedia.
Estrella Digital
En una carta remitida a los medios, la periodista asegura que en ningún momento Mazón le trasladó preocupación por lo que estaba ocurriendo durante aquel almuerzo, que se prolongó hasta casi las siete de la tarde
La periodista Maribel Vilaplana ha decidido pronunciarse, tras diez meses de silencio, sobre el encuentro que mantuvo con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el 29 de octubre, día en que la DANA golpeó con fuerza a la Comunitat Valenciana y dejó 228 víctimas mortales. En una carta remitida a los medios, la expresentadora asegura que en ningún momento Mazón le trasladó preocupación por lo que estaba ocurriendo durante aquel almuerzo, que se prolongó hasta casi las siete de la tarde.
“No participé en esas llamadas”
Vilaplana relata que, durante la comida, el president empezó a recibir llamadas que interrumpieron la conversación, pero que ella no tuvo acceso a su contenido ni preguntó al respecto. “El presidente tampoco me trasladó ninguna inquietud”, subraya. Al salir del restaurante, reconoce, no era consciente de la magnitud de lo que sucedía en otras localidades, ya que en Valencia capital apenas llovía.
En su escrito confirma que en ese encuentro se le planteó la posibilidad de optar a un cargo en la televisión autonómica, propuesta que rechazó por convicción personal. Una oferta que coincidió con el debate público sobre dónde se encontraba Mazón en las horas críticas del desastre, y que el propio president justificó como un “almuerzo de trabajo”.
Acoso y secuelas psicológicas
La periodista denuncia que su nombre quedó “en el centro de una tormenta política y mediática” que desembocó en lo que describe como una campaña de acoso con insultos, burlas y especulaciones machistas. Afirma que la presión sufrida le provocó un “estrés postraumático” que la obligó a iniciar tratamiento psicológico. “Mi salud mental se ha visto gravemente dañada. Este proceso también ha golpeado a mi familia, que sufre al verme sufrir”, escribe.
Vilaplana asegura que en los días posteriores llegó a necesitar ingreso hospitalario y que, en aquel momento, prefirió delegar en una persona de confianza la tarea de explicar públicamente su versión. Con el paso del tiempo, dice haber comprendido la necesidad de hablar en primera persona: “Pensé que quedaría claro que yo no tenía nada que ver en esta historia, pero no ha sido así. Me he convertido en una diana”.
Reclama respeto y pone el foco en las responsabilidades
En su carta, la periodista insiste en que aquel episodio fue una “maldita coincidencia” y pide que el foco se dirija hacia quienes tenían “responsabilidades y capacidad de decisión” durante la emergencia. Al mismo tiempo, exige respeto tanto hacia ella como hacia su familia, y, sobre todo, hacia las víctimas de la tragedia.
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